High Springs, octubre 21 de 1997
P. J. A.
B.
Estimado hermano:
Te saludo fraternalmente deseando que estés bien, así como tu familia y demás hermanos en la fe
Esta carta es en contestación a la tuya de septiembre 10; en ella advierto que me consideras partidario o defensor de todas las ideas que suele exponer el Dr. Vidal Manzanares, pero no es exactamente así. Desde el punto de vista doctrinal, sus interpretaciones de Las Escrituras no me interesan mucho; lo considero tan errado y tan aferrado a sus errores como cualquier otro religioso dominical. Otros, quizás, no han tenido la oportunidad de escribir y publicar sus interpretaciones, o si lo han hecho no han llegado sus obras a nuestras manos, o han sido más prudentes y políticos que Vidal Manzanares al expones sus ideas, pero en fin de cuentas casi todo religioso tiene algo de fanático, y en eso no estamos muy exentos los sabáticos.
Tú y yo estamos de acuerdo en que muy poco necesitamos aprender de Vidal Manzanares en cuanto a lo que a doctrina religiosa se refiera, pero sería una presunción de nuestra parte querer compararnos con él en otras materias. Su fanatismo religioso y su falta de respeto para con los que no piensan como él no le hace desmerecer los créditos que tenga como historiador e investigador en varios idiomas, incluyendo el hebreo y el griego. Como sus declaraciones en el libro “Conspiración Contra las Sagradas Escrituras” están en contraposición a las de otros expertos en la materia, no debemos aceptarlas ni rechazarlas sin antes averiguar las razones y sinrazones que asistan a unos y a otros. Algunos hermanos de por acá estamos comparando distintos textos griegos y distintas versiones, en distintos idiomas, con el ánimo de llegar a conocer quién se acerca más a la verdad, y para ello nos hemos propuesto no dejarnos afectar por prejuicio alguno. Quisiera que ahí hagan lo mismo para después intercambiar la información que hayamos obtenido ustedes y nosotros.
Cuando ese libro llegó a mis manos encontré que trataba un asunto interesante, por lo que compré 10 ejemplares y se los mandé a distintos hermanos que yo consideré les interesaría también. A ninguno le dije que yo aceptaba como cierto todo su contenido, sino que más o menos a todos les dije que lo leyeran y trataran de ver si en alguna forma se podía verificar cuánto de cierto contenía. Especialmente les hice ese encargo a quienes pueden llegar a la Biblioteca del Congreso (y a muchas otras en distintas partes del mundo) a través del internet, como son M. A., J. W. y A. M., ya que ellos dominan el idioma inglés, y en inglés hay abundante información sobre temas bíblicos, a la que no tenemos acceso tú ni yo.
Respondiendo más directamente algunas partes de tu carta, puedo decirte que las charlas que se dan en las conferencias internacionales no están bajo mi control, sino de los organizadores de las conferencias, y que todo lo que se expone en ellas no necesariamente tiene que tener el endoso de la dirección de la iglesia, ni necesariamente tiene que ser aceptado par la asamblea. A ti y a mí nos han permitido exponer ideas que bien sabemos no concuerdan con las de la dirección. Fuera de Cuba no luce bien eso de «una sola ideología, bien delimitada, y de aceptación obligatoria», lo cual pudiera ser que ayude a mantener la unidad doctrinal, pero también puede contribuir a perpetuar un error, o por lo menos a frenar el avance en la mejor comprensión de una verdad ya aceptada, pero conocida sólo en forma parcial.
Acerca de mi apreciación de la versión Popular puedo decirte que la consideré simplista porque noté que en muchos pasajes que se refieren a las manifestaciones «supernaturales» de los dones del Espíritu, esa versión redondea las expresiones de modo que el lector nuevo casi no se da cuenta que se trata de algo que está más allá de las facultades naturales del ser humano. Compara la versión Reina-Valera con la Popular en:
- Rom.1:11.- No se entiende igual “...repartir algún don espiritual, para confirmaros” que “...prestarles alguna ayuda espiritual”.
- 1Cor.1:5-7.- En la R-V se sobreentiende que el versículo 5 está haciendo referencia a la “lengua” y a la “ciencia” como dones del Espíritu, pero no se entiende lo mismo cuando en la VP se lee: “...Dios les ha dado gran riqueza espiritual, así de palabra como de conocimiento...”
- 1Cor.12:28.- No se entiende igual: “...luego dones de sanidades...” que: “...y otras [personas] que curan enfermos... “
- 1Cor.13:8.- Donde dice que el don de profecía habrá de terminar, la VP no teme usar la palabra «profecía»; en cambio, cuando en el capítulo 14:1 (y otros) se refiere al mismo don como una manifestación continua en la iglesia, suaviza la expresión diciendo “comunicar mensajes de parte de Dios”. Podría alguien decir: “Es lo mismo”, y es cierto, no es otra cosa, es lo mismo, pero en forma bastante simplificada. Podría señalar muchos otros ejemplos, pero creo que estos son suficiente para justificar mi apreciación de que la VP es una versión simplista.
- Mat.5:17.- Consultando varias versiones de la Biblia en español, más otras en inglés y en portugués, hallo que al referirse a la ley en este versículo coinciden con el texto griego de Nestlé, y con el que publicó SBU en 1975; en cambio, la VP “Dios Llega al Hombre” (1970), la VP “Dios Habla Hoy” (1979), y La Biblia al Día agregan las palabra “de Moisés”, y no por necesidad de suplir alguna elipsis. ¿No da eso la idea de ser una traducción bastante libre? La Biblia al Día por lo menos confiesa ser una paráfrasis; entonces no es una exageración decir que la VP es «casi» una paráfrasis también.
- Mat.5:32 y 19:9.- Cuando las palabras «fornicación» y «adulterio» aparecen en una misma frase, cada una de ellas debe entenderse en su sentido propio o específico, por lo que en estos pasajes la palabra fornicación es precisa, y no debe traducirse como “inmoralidad sexual” que es una expresión muy amplia.
- Mar.7:19. La R-V dice: “Porque no entra en su corazón, sino en el vientre, y sale a la secreta? Esto decía hacienda limpias todas las viandas.” Como podrás notar, las palabras «Esto decía» aparecen en un tipo de letras diferente, dando a entender que esas dos palabras no aparecen en el original, y efectivamente, en el texto griego no aparecen; sin embargo, la VP, al igual que muchas otras versiones, agrega esas, u otras palabras con el mismo sentido, para dar a entender que Jesús limpió todos los alimentos. ¿No es eso una alteración de las Escrituras para hacerle decir lo que el escritor inspirado no dijo? Lo que ese versículo dice en verdad es que mediante el proceso de la digestión el cuerpo asimila las sustancias nutrientes y desecha las impurezas; así lo dicen algunas otras versiones. Aquí la R-V es honesta al señalar que las palabras señaladas no aparecen en el original; si la VP fuera fiel a los originales no añadiría esas palabras, o por lo menos indicaría que son añadidas, como hace la R-V.
- 1Tim.2:5.- El interlineal griego-español, basado en el texto griego de Nestlé, dice: “Porque (hay) un (solo) Dios, un (solo) también mediador de Dios y de (los) hombres, (el) hombre Cristo Jesús.” y en este versículo el texto griego publicado par SBU es idéntico al de Nestlé. Sin embargo, la VP nombrada “Dios Habla Hoy” (1994) dice: “Porque no hay más que un Dios, y un solo hambre que sea el mediador entre Dios y los hambres: Cristo Jesús.” (La “Dios Habla Hoy 1979 dice parecido) Como podrás notar, aquí la VP no sólo no concuerda con la R-V, sino que tampoco concuerda con el texto griego de Nestlé ni con el que las propias SBU publicaron, pues agrega indebidamente la palabra «hombre», cosa que no se atrevieron añadir las versiones católicas Nacar-Colunga, Agustín Magaña, Biblia Latinoamericana, Biblia de Jerusalén, y ni siquiera la VP “Dios Habla al Hombre” 1970.
- 1Jn.3:4.- La R-V dice: “...pecado es transgresión de la ley” y eso es una definición muy clara de la palabra «pecado» que concuerda con el interlineal basado en el texto de Nestlé donde dice: “...el pecado es 1iniquidad”, con una llamada al margen aclarando que literalmente es “ilegalidad” palabra que significa «ir contra la ley». En cambio, la VP dice: “pecar es cometer maldad”, y esa expresión nada define, pues es una expresión muy vaga. Me gusta el vocabulario claro y actual que usa la VP, pero detesto las inexactitudes que varias de sus ediciones presentan con el texto griego del Nuevo Testamento. Por eso digo que es casi una paráfrasis.
Sabemos que hay garantía de la inspiración divina solamente en los escritos originales, sin embargo, creemos que a pesar de los deseos del diablo, y de los errores voluntarios o involuntarios de algunos copistas, Dios ha tenido especial cuidado de que siempre haya copias fieles a los originales. En el caso del Antiguo Testamento ese cuidado fue confiado a los judíos, como lo indica Mat.23:1; Rom.3:2 y 9:4. En el caso del Nuevo Testamento ese cuidado ha sido confiado a la iglesia, y esta es la parte que ahora nos interesa
Lamentablemente, ni tú ni yo somos expertos en esta materia, por tanto tenemos que atenernos a lo que dicen los que se tienen por expertos. En caso de contradicciones entre los que se dicen expertos no debemos apegarnos a unos u a otros en forma cerrada, lo más prudente es permanecer abiertos a las distintas opiniones, y pedir a Dios que nos guíe, si no para hacernos también expertos, por lo menos para no ser fácilmente confundidos por ellos.
Es lógico que después de tantos siglos haciendo copias de copias, haya algunas discrepancias entre unos y otros manuscritos, pero además de lógico es lamentable, porque eso demuestra que en algunos de ellos el conspirador principal logró meter la mano. Según la Enciclopedia Ilustrada de Historia de la Iglesia el «Texto Receptus» lleva ese nombre a partir del siglo XVI, cuando varios eruditos cotejaron las diversas copias hasta entonces conocidas para publicar un texto acorde con el mayor número de manuscritos. Según Vidal Manzanares, el Texto Receptus concuerda con más del 90% de todos los manuscritos griegos del Nuevo Testamento, mientras que el Sinaítico y el Vaticano, de los que parte la versión griega de Westcott y Hort, concuerdan con menos de un 5% de ellos. A mí no me interesa tanto averiguar el carácter de quien lo dice, como averiguar cuan cierto es lo que dice. Si eso es cierto, entonces debemos preferir el Texto Receptus, pues tendríamos que ser muy pesimistas para creer que el diablo logró corromper más del 90% de los manuscritos, y peor es la cosa si es verdad que el resto de los manuscritos no son concordantes entre sí.
Que yo sepa, por acá no hay estridencia ni alarma alguna en cuanto a este asunto. Aunque tú dices desconocerlo, más fuerte fue la reacción de nuestra iglesia cuando se publicó la R-V revisión de 196O, tanto que su uso quedó oficialmente prohibido en el culto, y sólo cuando en Cuba no se pudo conseguir más la R-V 1909 se permitió usar la de 196O, pero nada más que en Cuba. En todos los demás países de habla hispana seguimos usando la del 1909.
Reconozco que últimamente ha habido mejores condiciones que antaño para traducir la Biblia y para preparar sus diferentes versiones, pero no se puede negar que los primeros traductores estaban mucho más cercanos a las fuentes que los de poco acá. Pudiera ser que algunos de los traductores antiguos estuvieran influidos por el fanatismo y/o par las tendencias sectarias que abundaban, pero no por la falta de temor de Dios. Hoy, al fanatismo y al sectarismo se ha añadido el escepticismo, y para empeorar la situación, con pocas excepciones, las religiones se han convertido en grandes negocios, con intereses millonarios, muy atrayentes para cualquier ambicioso que no tenga escrúpulos en ponerse la careta de devoto creyente. Hoy hay más peligro de que surja una versión bíblica intencionadamente adulterada que en la antigüedad.
Quizás no se logre establecer en todo el orbe un solo gobierno mundial, pero la tendencia actual de los estadistas es hacia la globalización, por lo que ya se están dando pesos hacia la unificación económica, política y cultural de todos los pueblos. La unidad cultural no es posible sin la unidad religiosa, y para lograr ésta es imprescindible limar las diferencias que hay entre las diversas religiones del mundo, para lo cual es necesario minar la fe en los libros sagrados que sirven de base a esas religiones; cosa que es imposible lograr de súbito, por lo que muy paulatina y sigilosamente tienen que ir avanzando en ese sentido; parte del plan es ir haciendo lo mismo con nuestras Sagradas Escrituras. No es un secreto que desde hace años los líderes de las grandes denominaciones cristianas están tratando de consolidar el ecumenismo para poder llegar más tarde a la unidad de todas las religiones. El papado no ha renunciado a sus pretensiones de dominio universal, y nosotros corremos el peligro de estar ayudándole cuando inconscientemente apoyamos los medios que él está usando para conseguir sus fines a largo plazo.
Acerca de Julius Wellhausen no conozco mucho más de lo que dicen la Enciclopedia Ilustrada de Historia de la Iglesia, (por Samuel Vila y Darío Santamaría, Pág. 257), y el Diccionario de Historia de la Iglesia (por Editorial Caribe, Pág. 1068). También puedes encontrar referencias a ese señor en las Págs. 138 y 497 del Diccionario Ilustrado de la Biblia, par Wilton M. Nelson, y publicado también par Editorial Caribe, y el Nuevo Diccionario Bíblico publicado por Editorial Certeza, Pág. 1072ss. Supongo puedes consultar esas obras; si no, puedo mandarte fotocopias.
Algo positivo de Wellhausen fue que cuando dejó de creer en la inspiración divina de las Sagradas Escrituras renunció a su cátedra como profesor de estudios bíblicos para poder atacar al fundamento de la religión cristiana (mayormente el Antiguo Testamento) desde afuera; en cambio Westcott y Hort hicieron lo mismo con el Nuevo Testamento, pero desde adentro, para lo cual se hicieron ordenar como ministros religiosos. Es más peligroso el enemigo cuando combate solapadamente, desde adentro, que cuando lo hace de frente, desde afuera. Por eso la teoría de Wellhausen ha podido ser acertadamente refutada, mientras que la obra de los otros dos sigue teniendo amplia aceptación entre los religiosos.
Algo que me interesa mucho averiguar cuan cierto es que Westcott y Hort fundaron organizaciones de tipo ocultista. J. W. fue personalmente a la Biblioteca del Congreso y sacó, y me mandó, fotocopias de 34 páginas del libro: “Life and Letters of Fenton John Anthony Hort, Volumen I” escrito por su hijo Arthur Fenton Hort, pero como esa obra está en inglés todavía no la he podido examinar debidamente.
Me pediste detalles de mi apreciación de la VP y no he escatimado tiempo y papel en complacerte, pero debo aclararte que pienso así no sólo de la VP, sino de muchas otras versiones que han aparecido después del Concilio Vaticano II.
Quisiera que compartas la lectura de esta carta con V.; él y yo ya estuvimos conversando algo sobre este tema.
Saludos a los hermanos. Te aprecia tu hermano en Cristo,
Ob. B. Luis
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